20 de jul. 2014

carta a un amigo muerto


A pesar de lo triste que suena esto, la idea es escribirte una carta sin tragedias. 

La última vez que te vi, hace cuatro años y algunos días, caminabas por el carrer del carme y yo iba en bici hacia el trabajo pedaleando en contradirección. me acuerdo que llegaba tarde y que tú cargabas el saxo al hombro. recuerdo exactamente la ropa que llevaba ese día y ahora que lo pienso, tengo el vestido colgado en el armario. en los útimos cuatro años ha habido temporadas en que no podía ponermelo porque me quedaba pequeño y temporadas como ahora, que me viene grande. 

Cuando nos vimos, la última vez que nos vimos, nos dijimos buenos días, nos alegramos de haber coincidido en esa calle a esa hora de la mañana. Porque hacía tiempo que no sucedía y tus horarios y los míos, y tus amigos y los míos, y tus calles y las mías, y nos estamos haciendo mayores y tú en qué andas y todo eso. Y ya en la oficina nos volvimos a saludar por el chat y nos contamos precisamente eso, que tú ibas hacia un ensayo y que yo llegaba tarde y que cuándo era tu próximo concierto y que joder, no sé si llegaré a tiempo porque sabes, me mudo. de piso? no, qué va, tío. me ha salido una beca y me voy a áfrica, ya ves. en principio por un año y si me mola igual dos. en el curro todavía no lo saben, pero lo más seguro es que me marche dentro de un mes.

No tenéis ningún concierto pronto cerca de barna? pues sí, igual hacemos un bolo por hospitalet, ya te digo cuando lo confirmemos. después seguí con los mails y le dije a una amiga del curro que a ver si se apuntaba a un concierto de unos amigos de la escuela y ya de paso nos despedíamos antes de que me fuera a Senegal. Mi amiga del curro ahora tiene una hija, se llama Olivia y tiene un año y medio o dos, quién sabe. Al concierto no fuimos porque para entonces tú ya te habías muerto. 
Un par de semanas más tarde, mientras preparábamos una cena de reencuentro con las amigas de la escuela, Núria me llamó muy temprano. ese día también llegaba tarde al curro, porque el curro no me gustaba y porque las noches me gustaban más. se me hizo raro que llamara tan pronto, pero lo de las quedadas multitudinarias suele ser complicado y pensé que igual era un rollo de confirmar reservas y eso. pero no. me llamó y me dijo que te habías muerto la noche anterior. 

Pensé en tus padres y en tus hermanos. y después dejé de pensarlo porque no me cabía en el cuerpo lo que a ellos les dolía. Pensé en qué estaba yo haciendo esa noche mientras tú tenías un accidente y te morías y no supe acordarme. entonces pensé en nuestros amigos del barrio. pensé en Roger y en la tarde que te conocí subiendo las escaleras de l'Escola de Música. eran unas escaleras larguísimas y había una terracita con bancos y nos sentábamos ahí mientras esperábamos que empezara la clase y nos comíamos el bocata y los bollicaos de estraperlo. Pensé en Roger y al llamarle no supimos qué decirnos. 
Para el día de tu funeral ya tenía las maletas medio empezadas, el billete de avión recién comprado y al día sguiente tenía hora para vacunarme de enfermedades lejanas. No sabía cómo iba a ser lo de ir al funeral de un amigo de siempre. No sabía cómo estaríamos, qué nos contaríamos, cómo lloraríamos. No lloramos mucho, o por lo menos no en el funeral. Nos encontramos todos, nos contamos lo que nos habíamos contado tú y yo el último día que nos encontramos en el carrer del carme. En qué andas, cuánto tiempo, estás igual, a ver cuándo nos vemos.
De vuelta a Barcelona quedé con mis padres para seguir con los preparativos de la mudanza. Y en algún punto de argenteria volví a tener los años que tenía cuando nos conocimos antes de empezar la clase de solfeo. Por primera vez en muchísimos años les dije lo que dejamos de decir cuando creemos ser adultos: no os muráis nunca, por favor. Y les dije, que no era justo que estuvieras muerto a pesar de no saber todavía lo que eso significaba.
Fuiste mi primer amigo muerto y eso significa una nueva forma de contar la vida. Otra medida de lo que vamos siendo. Puedo contar hacia atrás desde el día que nació mi hermano, desde el día que aprendí a leer, el día en que me vino la regla, el día que aprendí a hacer pompas de chicle, el día de la primera resaca, la noche que dormimos en el Parque del Oeste, la noche que me dijo que me quería, la noche que llegué a Dakar, las noches que no dormimos. Y el día que te moriste. 
 
Has sido muchísimas cosas en muy poco tiempo, joder hace cuatro años teníamos veintiocho años. Hace cuatro años tenía un abuelo y dos abuelas, ahora sólo tengo una y ningún abuelo. Hace cuatro años en mi cabeza sólo sonaban cuatro idiomas, ahora sé decir puta en siete lenguas. Hace cuatro años, vivía en una casa y a día de hoy he tenido por lo menos tres hogares. Hace cuatro años no había vivido el ramadán, ahora es mi plan de cada verano. Hace cuatro años escuchaba a John Coltrane a media tarde, hoy he puesto a Mulatu Astatké y ayer a Ibrahim Maalouf. 
 
Creo que a tí también te gustarían.

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