A pesar de lo triste que suena esto, la idea es escribirte una carta
sin tragedias.
La última vez que te vi, hace cuatro años y algunos días, caminabas por el carrer del carme y yo iba en bici hacia el trabajo pedaleando en contradirección. me acuerdo que llegaba tarde y que tú cargabas el saxo al hombro. recuerdo exactamente la ropa que llevaba ese día y ahora que lo pienso, tengo el vestido colgado en el armario. en los útimos cuatro años ha habido temporadas en que no podía ponermelo porque me quedaba pequeño y temporadas como ahora, que me viene grande.
Cuando nos vimos, la última vez que nos vimos, nos dijimos buenos días, nos alegramos de haber coincidido en esa calle a esa hora de la mañana. Porque hacía tiempo que no sucedía y tus horarios y los míos, y tus amigos y los míos, y tus calles y las mías, y nos estamos haciendo mayores y tú en qué andas y todo eso. Y ya en la oficina nos volvimos a saludar por el chat y nos contamos precisamente eso, que tú ibas hacia un ensayo y que yo llegaba tarde y que cuándo era tu próximo concierto y que joder, no sé si llegaré a tiempo porque sabes, me mudo. de piso? no, qué va, tío. me ha salido una beca y me voy a áfrica, ya ves. en principio por un año y si me mola igual dos. en el curro todavía no lo saben, pero lo más seguro es que me marche dentro de un mes.
La última vez que te vi, hace cuatro años y algunos días, caminabas por el carrer del carme y yo iba en bici hacia el trabajo pedaleando en contradirección. me acuerdo que llegaba tarde y que tú cargabas el saxo al hombro. recuerdo exactamente la ropa que llevaba ese día y ahora que lo pienso, tengo el vestido colgado en el armario. en los útimos cuatro años ha habido temporadas en que no podía ponermelo porque me quedaba pequeño y temporadas como ahora, que me viene grande.
Cuando nos vimos, la última vez que nos vimos, nos dijimos buenos días, nos alegramos de haber coincidido en esa calle a esa hora de la mañana. Porque hacía tiempo que no sucedía y tus horarios y los míos, y tus amigos y los míos, y tus calles y las mías, y nos estamos haciendo mayores y tú en qué andas y todo eso. Y ya en la oficina nos volvimos a saludar por el chat y nos contamos precisamente eso, que tú ibas hacia un ensayo y que yo llegaba tarde y que cuándo era tu próximo concierto y que joder, no sé si llegaré a tiempo porque sabes, me mudo. de piso? no, qué va, tío. me ha salido una beca y me voy a áfrica, ya ves. en principio por un año y si me mola igual dos. en el curro todavía no lo saben, pero lo más seguro es que me marche dentro de un mes.
No tenéis ningún concierto pronto cerca de barna? pues sí, igual hacemos un bolo por hospitalet, ya te digo cuando lo confirmemos. después seguí con los mails y le dije a una amiga del curro que a ver si se apuntaba a un concierto de unos amigos de la escuela y ya de paso nos despedíamos antes de que me fuera a Senegal. Mi amiga del curro ahora tiene una hija, se llama Olivia y tiene un año y medio o dos, quién sabe. Al concierto no fuimos porque para entonces tú ya te habías muerto.
Un
par de semanas más tarde, mientras preparábamos una cena de
reencuentro con las amigas de la escuela, Núria me llamó muy
temprano. ese día también llegaba tarde al curro, porque el curro
no me gustaba y porque las noches me gustaban más. se me hizo raro
que llamara tan pronto, pero lo de las quedadas multitudinarias suele
ser complicado y pensé que igual era un rollo de confirmar reservas
y eso. pero no. me llamó y me dijo que te habías muerto la noche
anterior.
Pensé en tus padres y en tus hermanos. y después dejé de pensarlo porque no me cabía en el cuerpo lo que a ellos les dolía. Pensé en qué estaba yo haciendo esa noche mientras tú tenías un accidente y te morías y no supe acordarme. entonces pensé en nuestros amigos del barrio. pensé en Roger y en la tarde que te conocí subiendo las escaleras de l'Escola de Música. eran unas escaleras larguísimas y había una terracita con bancos y nos sentábamos ahí mientras esperábamos que empezara la clase y nos comíamos el bocata y los bollicaos de estraperlo. Pensé en Roger y al llamarle no supimos qué decirnos.
Pensé en tus padres y en tus hermanos. y después dejé de pensarlo porque no me cabía en el cuerpo lo que a ellos les dolía. Pensé en qué estaba yo haciendo esa noche mientras tú tenías un accidente y te morías y no supe acordarme. entonces pensé en nuestros amigos del barrio. pensé en Roger y en la tarde que te conocí subiendo las escaleras de l'Escola de Música. eran unas escaleras larguísimas y había una terracita con bancos y nos sentábamos ahí mientras esperábamos que empezara la clase y nos comíamos el bocata y los bollicaos de estraperlo. Pensé en Roger y al llamarle no supimos qué decirnos.
Para
el día de tu funeral ya tenía las maletas medio empezadas, el
billete de avión recién comprado y al día sguiente tenía hora
para vacunarme de enfermedades lejanas. No sabía cómo iba a ser lo
de ir al funeral de un amigo de siempre. No sabía cómo estaríamos,
qué nos contaríamos, cómo lloraríamos. No lloramos mucho, o por
lo menos no en el funeral. Nos encontramos todos, nos contamos lo que
nos habíamos contado tú y yo el último día que nos encontramos en
el carrer del carme. En qué andas, cuánto tiempo, estás igual, a
ver cuándo nos vemos.
De
vuelta a Barcelona quedé con mis padres para seguir con los
preparativos de la mudanza. Y en algún punto de argenteria volví a
tener los años que tenía cuando nos conocimos antes de empezar la
clase de solfeo. Por primera vez en muchísimos años les dije lo
que dejamos de decir cuando creemos ser adultos: no os muráis nunca,
por favor. Y les dije, que no era justo que estuvieras muerto a
pesar de no saber todavía lo que eso significaba.
Fuiste
mi primer amigo muerto y eso significa una nueva forma de contar la
vida. Otra medida de lo que vamos siendo. Puedo contar hacia atrás
desde el día que nació mi hermano, desde el día que aprendí a
leer, el día en que me vino la regla, el día que aprendí a hacer
pompas de chicle, el día de la primera resaca, la noche que dormimos
en el Parque del Oeste, la noche que me dijo que me quería, la noche
que llegué a Dakar, las noches que no dormimos. Y el día que te
moriste.
Has
sido muchísimas cosas en muy poco tiempo, joder hace cuatro años
teníamos veintiocho años. Hace cuatro años tenía un abuelo y dos
abuelas, ahora sólo tengo una y ningún abuelo. Hace cuatro años en
mi cabeza sólo sonaban cuatro idiomas, ahora sé decir puta en siete
lenguas. Hace cuatro años, vivía en una casa y a día de hoy he
tenido por lo menos tres hogares. Hace cuatro años no había vivido
el ramadán, ahora es mi plan de cada verano. Hace cuatro años
escuchaba a John Coltrane a media tarde, hoy he puesto a Mulatu
Astatké y ayer a Ibrahim Maalouf.
Creo
que a tí también te gustarían.
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